Existen dos tipos de amor

+Sigo pensando que existe
-¡Venga ya! ¡Eso es un cuento! Disney lo inventó para alimentar las ilusas mentes de las niñas y crearles esperanzas que más tarde se romperían. El amor a primera vista es un mito, como quien tira tres veces de la cisterna y viene una muerta a llevarle al lado oscuro. Nadie lo ha vivido jamás.
+No, al menos no como tal. Pero no me refiero a amor, sino más bien a una revolución de hormonas, a notar una batalla de neuronas agitadas en tu mente, a experimentar un ejército de mariposas revoloteando en tu estómago.

-Eso también lo he vivido yo, pero no fue la primera vez que le vi.
+Es lo que digo. Existen dos tipos de amor; el que crece poco a poco, de forma silenciosa pero continua. Un día despiertas tras una horrible pesadilla en la que él ya no está a tu lado, y te das cuenta de que no eres nada sin él...
-Ajá, ese es el mío.
+Exacto.
-Y el único real.
+No, también existe otro. Ese que ocurre sin querer, sin esperártelo, sin avisar...de pronto estás un día mirando al exterior a través del cristal del autobús y algo te hace devolver la atención al interior. Y allí está él, sentado frente a ti. No tiene porqué ser tremendamente guapo, ni siquiera entrar en la clasificación de "tu tipo". Sin embargo, hay algo en él que capta tu atención, que te deja hipnotizada, ensimismada. Eres incapaz de apartar tu mirada de él y cada vez que te la devuelve sientes el mundo temblar bajo tus pies. Y de repente, te habla y tú crees que estás al borde del ataque. Mientras charláis, te das cuenta que es perfecto, quizá no para el resto del mundo, pero sí para ti. Sientes una atracción especial por él, como si fuera un metal y tú un imán. Algo dentro de ti te dice que él es para ti, tanto como tú lo eres para él. Como si desde el principio estuvierais predestinados a estar juntos. Y en ese momento, no CREES que seáis tal para cual...sino que tienes la CERTEZA.
Se rió con ganas de mis palabras.
-Suena a típica película romanticona.
Sonreí.
+Puede, pero estoy convencida de que existe.
-Y dime, sabelotodo, ¿cuál de los dos tipos dura más?
Lo medité durante unos segundos.
+Se trata del mismo sentimiento, sólo que a veces eres capaz de verlo desde el primer momento y otras tardas más en darte cuenta. Así que supongo que ambos pueden ser para siempre.
Se recostó en la toalla, colocó sus manos detrás de su nuca y cerró los ojos con una sonrisa dibujada en sus labios.
-Pues yo estaré eternamente con mi novio, aunque me haya costado ser consciente de cuánto le quiero.
Solté una carcajada.
+Eso ya lo sabía yo. Te recuerdo que estás en la clasificación de "parejas indestructibles"
Su sonrisa se hizo más amplia.
-Algún día tú también te enamorarás.
+Lo sé, y será a primera vista, para demostrarte que ese tipo de amor también existe.
-Estoy ansiosa por verlo.
Su carcajada se entremezcló con la mía.